El vacío es la nada, una nada silenciosa. El silencio lo hace nadie, un vacío silencioso, horrible, desolador.
Sentir la nada es sentir el vacío, a veces efímero, momentáneo; otras, casi eterno, de horas y horas.
La oscuridad, cuando ésta se vierte a plena luz del día, también es síntoma de vacío. Hoy he vuelto a ver el vacío silencioso. Horas de eterna eternidad, de felicidad inalcanzable, de pesadumbre y desasosiego.
Cuando se hace la nada se hace el hastío, se hace el silencio; todo interior, todo dentro de uno... Irremediable.
Hoy volvió el silencio; nadie en un lugar que siempre espera de ajetreo, que adora las risas, los estámagos inquietos... Pero mañana vuelve la luz, espero que no vuelva el vacío, el silencio y la nada.
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